La curación de un paralítico en Betesda es una de las curaciones milagrosas atribuidas a Jesús en el Nuevo Testamento.[1]
Este evento se relata solo en el Evangelio de Juan, que dice que tuvo lugar cerca de la Puerta de las Ovejas en Jerusalén (ahora la Puerta de los Leones ), cerca de una fuente o un estanque llamado "Bethzatha" en la versión Novum Testamentum Graece del Nuevo Testamento. La versión estándar revisada y la nueva versión estándar revisada usan el nombre "Bethzatha", pero otras versiones como la Biblia del rey Jacobo o Versión Autorizada del Rey Jacobo, en inglés, King James Version (KJV), Authorized Version (AV) o King James Bible (KJB), la Biblia de Ginebra, la «Biblia inglesa revisada» , la «Biblia de Nueva Jerusalén» y la «Nueva Biblia americana» ) tienen mantienen el nombre de "Bethesda". El lugar se llama "Probatica, o en hebreo Bethsaida", en la Biblia Douay-Rheims.
Texto bíblico
Texto según san Juan. (Juan 5:1-18)
Interpretación de la Iglesia católica
Los Padres de la Iglesia enseñan que esa piscina es la prefiguración del Bautismo cristiano pero con la gran diferencia de que, mientras en esta piscina podían curarse los males físicos, los del cuerpo, en el Bautismo se curan los del alma. En la piscina se curaban algunos y de vez en cuando mientras que con el Bautismo se curan todos y siempre. En los dos casos se manifiesta el poder de Dios por medio del agua.[3]
Es posible que el paralítico acudiera al templo para dar gracias a Dios por su curación. En ese momento Jesús sale a su encuentro y le recuerda que la salud del alma es más importante que la del cuerpo. Al decirle no peques más para que no te ocurra algo peor el Señor recurre al santo temor de Dios como aliciente contra el pecado. Este santo temor de Dios nace del respeto que se le debe a Dios y que se compagina perfectamente con el amor a Él.
La ley de Moisés señalaba el sábado como día de descanso semanal; así los judíos querían imitar la manera de obrar de Dios en la Creación. A este respecto indica santo Tomás que Jesús rechaza la interpretación tan estricta y estrecha de los judíos de la siguiente manera:
Ls palabras de Jesús «Mi padre trabaja hasta el presente, y yo también trabajo» hacen referencia implícita a su naturaleza divina y así lo entendieron los judíos ya que lo consideraban una blasfemia por lo que querían darle muerte. A este respecto comenta san Agustín:
Comparación con Hechos-3
En el libro de los Hechos de los apóstoles 3:1-10 se registra un evento de sanidad similar, en el que los apóstoles Pedro y Juan visitan el templo y sanan a una persona discapacitada en el nombre de Jesús. El escenario es comparable, en cada caso se nombra un lugar específico en Jerusalén, y en cada caso se destaca el hecho de que la persona sanada se alejó.
Véase también
- Milagros de Jesús
- Vida de Jesús en el Nuevo Testamento
- Ministerio de Jesús
- Armonía de los Evangelios
- Parábolas de Jesús
Referencias



